En la actualidad, la medición de la huella de carbono se ha convertido en una herramienta esencial para combatir el cambio climático, tanto a nivel individual como corporativo. Las Empresas B, comprometidas con generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente, juegan un rol fundamental en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Andrea Villavicencio, Líder de Acción Climática Sistema B Chile explica que la huella de carbono es la cuantificación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que produce toda actividad humana y que para lograr calcularla en una empresa hay que considerar diversos aspectos para que sea efectiva. “Existen emisiones directas o indirectas que se incluyen en el cálculo tal como, la emisión directa por quema de combustibles fósiles, máquinas o transporte, emisión indirecta por energía utilizada desde las redes de transmisión eléctrica, o también por el uso de productos, producción o compra de insumos y materiales, alimentación, viajes, residuos, y otras actividades”, cuenta.
Poco se habla de las consecuencias de una alta huella de carbono, pues en simples palabras si esta aumenta se traduce en mayores emisiones de GEI, exacerbando el calentamiento global y sus efectos negativos, como desastres naturales, pérdida de biodiversidad, y aumento de enfermedades y pobreza. Reducir la huella de carbono es esencial para la sostenibilidad a largo plazo y la salud del planeta, asegurando un futuro más equitativo y seguro para las generaciones venideras.
¿Por qué contribuir a la lucha contra el cambio climático?
Frente a un contexto de constantes mejoras en pos del medioambiente, medir la huella de carbono permite entender cómo las personas y organizaciones pueden contribuir a un mejor mundo. Por ello, resulta sumamente importante que la medición de la huella de carbono sea una herramienta de avance que las empresas internalicen en su orgánica y les permita estar más cerca de la sostenibilidad.
Las empresas y las personas pueden implementar diversas estrategias para reducir su huella de carbono, estas incluyen la eficiencia energética, el uso de energías renovables, equipos de bajo consumo y la promoción del transporte público, bicicletas y vehículos eléctricos. Es importante destacar que estas acciones son fundamentales para reducir la huella de carbono y son acciones que puede realizar cualquier persona en su día a día.
Para que las empresas logren medir su huella de carbono Villavicencio explica que: Es posible medir el avance de una empresa en cuanto a objetivos ambientales y generar proyecciones más precisas para disminuir el impacto negativo en el planeta, contribuyendo a lograr objetivos globales, tal como el Acuerdo de París.
Una empresa que cuantifica su huella de carbono, transparenta los impactos concretos de sus actividades y toma medidas para mitigar su impacto se posiciona como una organización responsable y consciente de su entorno, pues el preocuparse de esta medición habla mucho de la calidad de la empresa y cuál es su propósito. «Sitúa a la empresa como una organización responsable y consciente con los impactos en su entorno, impulsando una reputación positiva y llevando a los consumidores a preferir esta empresa en comparación con otras que no miden su huella de carbono y no visibilizan sus impactos», comenta Villavicencio.
La medición de la huella de carbono permite identificar cómo y dónde reducir las emisiones de GEI, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos nacionales e internacionales para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 1.5°C, en comparación con niveles preindustriales. Esta acción es crucial para mitigar el calentamiento global y sus consecuencias, como desastres naturales, acidificación de los océanos, pérdida de biodiversidad y aumento de enfermedades.
La medición en Empresas B
Dentro de la Evaluación de Impacto B, la medición de la huella de carbono se encuentra en el área de medio ambiente, solicitando información sobre el total de emisiones, acciones de reducción, gestión y compensación de la huella de carbono. La nueva versión de los estándares para Empresas B, aún en consulta pública, incluye un requisito enfocado en «Acción Climática», con sub requisitos como la medición de huella de carbono, definición de objetivos basados en la ciencia y la implementación de un plan de transición climática, incorporando la «transición justa» como eje transversal.
Actualmente, desde Sistema B se está impulsando el Ciclo de Acción Climática para establecer compromisos tangibles de neutralidad de carbono en las Empresas B, impulsando planes de transición hacia una economía resiliente y justa. Esto incorpora diferentes hitos comunicacionales, eventos, talleres y webinars para lograr los objetivos.
Las Empresas B, a través de la medición y gestión de su huella de carbono, demuestran su compromiso con la sostenibilidad y el combate al cambio climático, liderando el camino hacia un futuro más sostenible y equitativo.